viernes, 8 de noviembre de 2013

Yuanek, sucursal Mali




Hay una cuestión en la que el relativismo cultural cede, se desploma, y con la cual todos los parámetros de aprehensión del mundo exterior coinciden unánimemente a nivel antropológico: la burla al calvo. Esto también sucede en Ansongo, Mali donde acaban de abrir una nueva sucursal de Yuanek, lider en "recuperación" capilar. Miles de negros incautos, subalimentados y para colmo pelados se someten al masajeo resinoso. Ya lo había dicho Eisenstein: "hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana. Pero lo peor de todo es ser pelado". Un capo.




viernes, 1 de noviembre de 2013

Pelado Rancio


Todos los pelados tenemos un olor repugnante, lo que provoca un elemental e integral rechazo por parte de aquellos especímenes del género femenino que estén en su sano juicio. Pero otros pelados trascienden la lógica de la emisión-recepción de estimulos hacia sistema sensorial olfativo, y proyectan una vaharada pútrida con solo verlos en fotografías o en segmentos televisivos. Son los Ases del Tufo. Cuando nombramos, inclusive, a un pelado rancio como Pablo Marchetti, podemos sentir una súbita invasión de efluvios descompuestos que asaltan nuestras narinas, como si tuvieramos a los mismísimos perros de Pavlov cagándose a los pies de nuestro escritorio. De hecho, varios son los colaboradores de Barcelona que recuerdan a este seboso en una anécdota recurrente: El G.G. Allin del periodismo local se te acomodaba al lado y te hacía pasar el corrector de Word dos veces, mientras que, como jodita, te envolvía en una nube de pedos de cebolla, a las risotadas y desatando todo su catálogo de tics nerviosos. Un capo, el pela.