viernes, 25 de octubre de 2013

La parábola del Gato Maula y el Mísero Ratón


Hay pelados que tientan al destino. Tal el caso de este comedor de knishes de papa. Se confió. Creyó que enganchar un felino lactófago y fermininófilo era cosa de todos los días. Y sobre todo, que el dinero nada tiene que ver con las contraprestaciones sexuales. Y ratoneó. Así contó como fue que el gatito piró a tomar leche a otro lado: "Un día le compré una cafetera muy conocida. No soy de hacer muchos regalos, pero se la compré, en cuotas (todavía me falta pagar una). Cuando se la di, ella me agradeció mucho, aunque me dijo '¡pero esta no es la que viene con el cosito de la leche!'. Entonces el estúpido fue y la cambió. Bah, fuimos juntos".    

Hebreo y descabellado. Por ratón, Cayeta se quedó sin cajeta.
 Por eso, aprendé la lección, Pelado avaro. Si venís poniéndola, gastate 5 pesos más para darle a tu gatito "el cosito de la leche". Que nunca falte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que nadie comenta esta mierda de articulo te hago el favor dolape fracasado...si este feo lamió el ano de Escudero y tuvo su pene succionado por esta, ya muere rey. Que berretada que es esto, Kronch se revuelca en su tumba

Puaj dijo...

Dolape y fracasado es una tautología.

Jorgito dijo...

Y bueno.... tuvo su minutito de gloria. Que el ultimo dolape en pie apague la luz.